La otra cara de marchar «a la aventura»

424755_10150548107932319_1963215307_nDecidí marcharme a Australia en Agosto – Septiembre de 2011. Después de haber estado trabajando como becaria en Cope, ABC, Gestiona Radio… (y todos sabemos lo que eso significa: hacer el mismo trabajo que cualquier periodista en plantilla cobrando menos de un cuarto de lo que ellos ganan) y de que en ningún lugar el contrato llegara, decidí que ya había sido suficiente y era tiempo de marcharme. A dónde, ni idea. A hacer el qué… esa era la gran pregunta. Intenté buscar una beca en EEUU en algún medio de comunicación, pero mi nivel de inglés para aquel entonces no era lo suficientemente bueno para ello. Por tanto tuve que dar un paso atrás y la forma más barata de aprender inglés sin gastar un duro era ser au pair. Si ya de por sí es una decisión importante, ya que ser au pair implica vivir con una familia completamente extraña y cuidar de sus hijos a cambio de un poco de dinero más manutención y alojamiento, a mí ya de entrada no me gustan los niños. Absolutamente nada. Habrá quien diga que tuve una idea estúpida dadas mis preferencias… Pero no tenía elección. Quería aprender inglés para poder tener alguna posibilidad fuera y eso hice. Y soy una persona sensata, sabía que podía hacerlo y que podía hacerlo bien.

Cuando comencé a buscar una posición de au pair terminé encontrando una web llamada aupairworld.net en donde puedes encontrar ofertas de todo el mundo. Comencé buscando por Canadá y Nueva Zelanda porque, ya que me iba a ir por un año como mínimo, hacerlo bien y aprender algo más que el idioma. Buscaba un país que me ofreciese algo diferente en relación al clima, paisajes y cultura por supuesto. Además España tiene Working Holiday Visa con ambos. En ninguno encontré algo que me convenciera. Probé EEUU, nada. Necesitaba licencia de conducir y demostrar 200 horas de trabajo con niños. Imposible. Sólo me quedaba Australia ya que Reino Unido o Irlanda ni los contemplé por la miseria que pagan, ¡qué puedes hacer con 70 libras a la semana en Londres!, y además tienen fama de «explotar» a sus au pairs.

Con todos los recelos del mundo me lancé a buscar algo en Australia… Por alguna razón esperaba que me saliese algo en Canadá al final y no me terminaba de creer que esa era mi última opción, pero así fue. Y fue la mejor. Tuve varias entrevistas vía Skype y al final una familia de Perth fue la que me convenció y a la que yo quería ir. Puestos ya ambos de acuerdo, comenzó mi curso acelerado de especialización en visas a Australia. Nosotros como españoles no tenemos Working Holiday Visa con Australia, no hay posibilidad de sponsors o visas de trabajo para labores no cualificadas como camarera o nanny, por ejemplo. Estando en esos momentos haciendo un trabajo que odiaba y teniendo una posibilidad de volar y largarme. no se me iba a escapar tan fácilmente por una cuestión de burocracia pero la verdad es que estaba desesperanzada, los entrar a Australia no es fácil en cualquier caso pero para eso es nuestro el dícho: «Hecha la ley, hecha la trampa».

Al no poder dirigirme directamente a la Embajada de Australia para pedir consejo ya que mis circunstancias eran muy particulares y rozaban pasar a la ilegalidad… Encontré, a través de un amigo, un grupo de Facebook formado por españoles que daban, y siguen dando, consejo a aquellos nacionales que quieren ir a las Antípodas pero están poco perdidos en cuestión de visados como era mi caso. Les expliqué qué quería hacer y me dijeron que tenía dos opciones: solicitar la E-Visitor Visa, un visado de turista (no autoriza a trabajar de forma legal) que te permite estar en el país un año en estancias máximas de tres meses, lo solicitas por internet, son «cuatro clicks» y no hay que enviar ninguna documentación. Una vez los noventa días expiran tienes dos opciones: salir del país una semana, o pagar 290 dólares para renovar ese visado y eventualmente pueden pedirte documentación bancaria que confirme que eres un viajero genuino y no estás recibiendo dinero dentro del país. La segunda opción sería una visa de turista por seis o nueve meses para lo cual necesitas demostrar que tienes al menos 1000 dólares por cada mes que estarás allí y tienes que hacer pruebas médicas. Si no te muestras convincente (hay que tener en cuenta que yo no iba a ser una turista allí), pueden denegarte el visado y todo lo que te hayas gastado en tiempo y dinero, en papeleo y pruebas médicas (tienes que hacer radiografías para demostrar que no tienes tuberculosis) se queda en nada. No quise arriesgarme, no quería eternizarme en papeleo así que opté por la E-Visitor Visa y estupendamente. Tras los primeros tres meses, renové le visado pagando. Después cambié a visado de estudiante porque vi que mi inglés no mejoraba lo que yo deseaba (esto es otra historia, mi aussie family tenía un acento muy fuerte), después tuve que salir del país…

Respecto a los visados de trabajo: la posibilidad que hay para nosotros de trabajar en Australia legalmente ya que no tenemos Working Holiday Visa, es conseguir un Sponsor. Eso significa que haya una empresa australiana dispuesta a darte trabajo porque tienes alguna habilidad o formación que en particular el negocio necesita. Esto que puede parecer sencillo no lo es tanto pero tampoco imposible: el papeleo que hay que hacer es importante y un requisito que tengo entendido es imprescindible es hacer el IELTS, International English Language Testing System, y dependiendo de la formación que se tenga, lo que proveerá posibilidades para aplicar por un trabajo u otro, te piden una puntuación en ese examen en particular que varía en función de la profesión así como te pueden exigir que hagas General IELTS o Academic IELTS, en el primero la dificultad es menor.

Respecto al visado de estudiante, para ser garante de él se necesita: apuntarte y pagar un curso (de inglés, VET -como formación profesional- o TAFE -Technical and further Education-) por el cual el Gobierno concede el CEO -Certification of Enrollment-, se puede consultar por internet qué escuelas tienen concedido este certificado. Con este certificado, la fotocopia del pasaporte, un par de fotos de pasaporte y pruebas médicas y rellenando el documento de solicitud de este visado ya está hecho. Mi experiencia fue particular porque yo hice, en el mismo país, el cambio de visado de turista al de estudiante. Sé que el visado de estudiante se podía hacer por internet pero en mi caso no fue posible porque yo ya estaba allí y tuve que ir a Inmigración a por los papeles y dejarlos allí en persona una vez que tenía todo. En mi caso no me pidieron pruebas médicas porque ya estaba allí, pero es algo indispensable que te piden si directamente llegas como estudiante desde otro país.

Una vez en Perth no hay nada mejor que dejarse llevar por la ciudad para conocerla. Hay lugares que merecen la pena como el barrio de Fremantle, pintoresco con su mercado y lleno de pequeños bares y restaurantes además allí está una antigua cárcel que se puede visitar. Cerca de Perth está la isla de Rottnest famosa por sus quokkas, pequeños marsupiales parientes de los canguros muy amigables y que pueblan toda la isla; esta isla, sin lugar a dudas es uno de los lugares más bellos que he visto desde que estoy en Australia. Se puede ir en ferry tanto desde Perth como desde Freo y lo típico es pasar allí el día y alquilar una bici para recorrer la isla que es pequeña. Si los billetes se compran por internet salen más baratos y ferry y bici saldrán por unos 110 dólares. A la hora de salir de fiesta zonas como Northbrigde en la ciudad con la discoteca The Deen con diferentes sesiones a lo largo de la semana o el Mustang Bar muy popular entre backpackers y estudiantes son los más conocidos pero no los únicos; Leederville con el Leederville Hotel, Hip EClub están siempre llenos incluso los lunes, o Subiaco con el Golden Bar con los más populares, ahora en verano es fantástico el Ocean Beach Hotel en Cottesloe, la música recuerdo que no era muy buena pero está al lado de la playa, el ambiente es relajado y tiene un jardín al aire libre que hace las noches muy divertidas. A todos los que se puede llegar en tren o en bus aunque ya os advierto que no hay fiesta como la de España aunque yo siempre me lo paso bien. Y respecto a las playas todas son increíbles: arena blanquísima (ardiente) y aguas azulísimas… Pero ojo con el oleaje, allí el océano es muy bravo. Desgraciadamente los ahogamientos no son poco frecuentes
La mayor dificultad que presenta Perth es el transporte público que es malísimo. La frecuencia de trenes es razonable pero terminan a las 12 de la noche durante semana excepto viernes y sábados que hay tres trenes extra uno a la una de la madrugada, otro a las dos y cuarto y el último a las cuatro y cuarto. Pero la cosa no termina ahí, Perth es una ciudad relativamente pequeña pues solo cuenta con un millón doscientos mil habitantes, pero está muy extendida en el espacio. En Australia todo es «a lo grande», de modo que a menos que vivas cerca de la estación de tren, siempre tendrás que coger un autobús para llegar y si la frecuencia de trenes es pobre, la de los autobuses en los barrios es peor todavía.

Mis consejos básicos:
-Visa: ver qué es lo que conviene y pensarlo detenidamente en relación al tiempo que se desee estar.

-Ir con la mente abierta y armados de paciencia de vez en cuando.

-Protector solar!!!

-No asustarse de las alarmas de tiburón.

-Australia no es Europa, está muy bien pero no es lo mismo y hay que tenerlo en cuenta. Respecto a Perth, mucha gente que ha estado viviendo en otras ciudades del país, dice que no es la experiencia australiana por excelencia… Es una ciudad pequeña al final y se puede notar que efectivamente es la capital de estado (Western Australia) más aislada del planeta. Pero la gente también dice que no hay en Australia cielo más bello y azul que en Perth.

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