Visitamos
a Cristina López Heras, Directora de Formación en IFI. Al final de un largo pasillo en las instalaciones de IFI, Cristina gestiona cada día los cursos que, en colaboración con CEIM se imparten a trabajadores y desempleados. «Las perspectivas no son buenas», nos explica. No nos pilla por sorpresa. Cristina, desde la crítica a la Administración Pública, nos explica un la situación de la formación subvecionada.
Imaginamos que establecer un plan para resolver las necesidades formativas de millones de parados no es tarea fácil, ¿cuáles son los criterios?
Los catálogos de cursos se dividen por secciones y por cursos destinados a colectivos concretos. Para los desempleados, vemos los resultados de los cuestionarios de años precedentes, en ellos, se les pregunta por las necesidades que no han visto cubiertas. Con el feedback se incluyen actividades. Además, hacemos una búsqueda documental de los puestos de trabajo que se demandan más, las ocupaciones más demandadas…Pero quienes más deciden finalmente son las adminsitraiones públicas y a veces, lo que las administraciones quieren, no coincide con la demanda de las empresas, a veces es lo que ellos te obligan. Una cosa es lo que demanda el mercado y otra es la demanda del desempleado, pero lo que hoy procede es lo que ha dicho la Administración Pública.
¿Qué es lo que más demandan ahora los desempleados?
Ahora mismo idiomas e internalización. La administración pública saca las convocatorias enfocadas a priorizar cursos de idiomas y marketing. El objetivo de las administraciones es reducir el número de desempleados haciendo que se vayan.
¿Quiere decir que, desde su punto de vista, la única solución al desempleo es dejar el país?
O el emprendimiento. Pero la gente no quiere emprender. Ahora se prioriza innovación, pero no es lo que el desempleado demanda ni lo que le va a permitir encontrar trabajo.
Imagino que con esta situción, mantener la formación gratuita es cada vez más complicada.
La formación subvencionada, de media, sólamente el coste por hora alumno ha disminuido un 25% respecto al año pasado. Además, el global de la financiación ha disminuido el 40 por ciento, por lo que han disminuido el número de cursos y de alumos. Nosotros intentamos mantener La calidad, pero la gestión burocratica se ha incrementado y el coste por alumno ha disminuido, lo que se traduce en que las intalaciones y los materiales para desarrollar los cursos no pueden ser tan maravillosas, pero lo que intentamos mantener es el perfil académico del formador.
¿Qué es ahora lo que las empresas demandan de un buen profesional?
Las empresas necesitan sus trabajadores formados, la formación existe y exitirá. Lo que más demanadan es gestión comercial, internacionalización, habilidades directivas e idiomas.
¿Qué conclusiones podemos sacar de esta crisis?
Hay que poner en valor lo que se ha hecho hasta ahora, la importancia de haber estado formando durante tanto tiempo a estos trabajadores y volver a convencer a la administración pública de que lo que se ha hecho, se ha hecho bien y de que tiene que seguir existiendo. Tanto los centros como la Fundación Tripartita estamos en esa labor de concienciación, de que la formación se ha hecho bien y de que hay que mantener esos fondos para la formación.
Busco, luego existo 